Ya está aquí. Ya llegó. Al entrar en los famosos grandes almacenes creadores de días consumistas, un frío helador congela mi cara. Este mes, comienza el ahorro para mi. Ya no más carísimos tratamientos faciales a base de ácido en la esteticista ni más pepinos para las ojeras. Con el aire acondicionado basta para tener un cutis terso. Eso sí, llévense una rebequita para evitar resfriados.
9 de junio de 2008
Frigo-verano
Ya está aquí. Ya llegó. Al entrar en los famosos grandes almacenes creadores de días consumistas, un frío helador congela mi cara. Este mes, comienza el ahorro para mi. Ya no más carísimos tratamientos faciales a base de ácido en la esteticista ni más pepinos para las ojeras. Con el aire acondicionado basta para tener un cutis terso. Eso sí, llévense una rebequita para evitar resfriados.
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4 comentarios:
Ciertamente, en esos lugares donde se da rienda a consumo compulsivo a veces es bueno ir al lavabo aunque sea sólo a coger algo de calor.
Cuando nuestra temperatura se acerce a la hipotermia: usar el secador de manos por todo el cuerpo. Si no hay, no descartar hacer linda hogerita con los papeles secantes o rollo higienico.
Además de tersar el cutis (y poner los pezones como chupetes) de paso también nos perfuman con sus potentes ambientadores. Así que además nos podemos ahorar unas duchas :P.
Saludos
Además de la rebequita, conviene llevarse al primo de zumosol para que te pueda levantar del suelo cuando, al salir, te dé una lipotimia...
¿acido? ¿eso es broma? No me pega en ti esa frivolidad.
Besitos
Entre eso y las musiquitas que ponen de vez en cuando....
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