Ando que no quepo en mi, con conexión frágil a internet y todo (de nuevo) pero feliz. El viernes quedó desvelado algo que me ha mantenido en vilo durante algún tiempo.
Sé que la culpa es mía, que estos días de especulaciones, incertidumbres y presentimientos nada halagüeños podrían haberse evitado con una pregunta sincera y directa. Pero, entiéndanme, no parecía encontrar el momento adecuado para atreverme. Una tiene que mantener su imagen de persona responsable y formal.
Sé que la culpa es mía, que estos días de especulaciones, incertidumbres y presentimientos nada halagüeños podrían haberse evitado con una pregunta sincera y directa. Pero, entiéndanme, no parecía encontrar el momento adecuado para atreverme. Una tiene que mantener su imagen de persona responsable y formal.
En realidad, lo que me atenazaba no era la acción en sí, una ya ha superado los pudores de la adolescencia, sino una respuesta negativa que me sumara en un apocalipsis modesto. Este miedo no me llevó más que a tácticas de acercamiento fútiles y conversaciones triviales sobre los niños o el trabajo con la persona en cuestión.
Pero el viernes fue el momento, no podía esperar más. Amparada en una falsa prudencia, apenas lograba contener la impaciencia de preguntar a la profe de mi hija si... en la guardería los niños tienen vacaciones de navidad.
Se imaginan cuál fue la respuesta si les digo que tuve que hacer un esfuerzo titánico por mantener mi verticalidad y no mostrar mis destrezas acrobáticas en el rellano de la escuela.
Aún dudo entre escribir un artículo elogioso sin límites en los calificativos encomiásticos a tan sacrificada profesional, pasearle bajo palio o hacerle un regalito.
Pero el viernes fue el momento, no podía esperar más. Amparada en una falsa prudencia, apenas lograba contener la impaciencia de preguntar a la profe de mi hija si... en la guardería los niños tienen vacaciones de navidad.
Se imaginan cuál fue la respuesta si les digo que tuve que hacer un esfuerzo titánico por mantener mi verticalidad y no mostrar mis destrezas acrobáticas en el rellano de la escuela.
Aún dudo entre escribir un artículo elogioso sin límites en los calificativos encomiásticos a tan sacrificada profesional, pasearle bajo palio o hacerle un regalito.
Creo que me decantaré por esto último.
19 comentarios:
Seguro que la "profa", después de ver tu reacción contenida, dijo "jojojo, feliz navidad" :-)
Jajajajajajja... no, no tienen vacaciones... jajjajaja, los míos están los dos en el cole... buaaaaaaaaaaaa
Las vacaciones son para los padres... Como tiene que ser...Qué suerte tienes!!! Aprovéchala!!! ;-)
Uno, Papá Noel... ¡existe! :P
Merce, yo sabía que tú me ibas a entender perfectamente :) Con respecto a lo otro, ya me tocará a mi el año que viene llorar :(
Eduardo, queda confirmado lo de la "bebería" :P A propósito, ¿cómo se llamaba tu amigo? ¿Seur? :P
Pues, los mios si que tienen vacaciones, y encima el viernes hacen festival de Navidad, este año imposible de ir, actuan en diferentes horarios, el pequeño a primera hora y la niña casi al mediodía, por lo que imposible faltar toda la mañana al trabajo, y encima salen a las 15 h. por lo que tendre que salir antes....
De locos, yo si que estoy haciendo esas piruetas pero del reves.
Para que tantas vacaciones del 20 de dic. al 7 de enero, ambos inclusive.
Bueno, Feliz Navidad...
jajajajaja
Días me quedan a mi para tenerlos toooodo el día. Y mientras los profes... descansando.... ¡¡¡No hay derecho!!!
;)
¡Dos meses enteros llevo yo con los villancicos preparando el festival del viernes...! No sabéis las ganas que tengo de cantar en vacaciones... jajaja... Con los niños (que ya se huelen todo) como terremotos + exámenes + informes + álbumes + postales + ... ¡¡Un respirooo, please!!
Vicky, me haces sentirme una afortunada :P
Yo tengo una y no doy más de mi :) Gracias por pasarte por aquí.
Landahlauts, pienso como tú, que no hay derecho. :P
Lo malo de las vacaciones del profesor/maestro es que son compartidas también por los alumnos, y entre ellos, están nuestros hijos :(
Bornne, después del 19 no te quedarán ganas de cantar ¿o sí? :P
Un abrazo navideño
jajaja weno breuil sisi has tenido suerte pero ya tendras que aguantarla dentro de poco a si k... disfruta del momento y felices fiests!! jaja
Ay, Jose, es que si le llegan a dar vacaciones, ¡le dejo la niña a tu madre!
Un abrazo
Ni pizca, Breuil, ni pal "Fum, fum, fum..." :P
Que bien están los angelitos en esos centros. A mí es que me encantan los niños, pero ajenos. Nunca entenderé a esas criaturitas.
Gracias por venir a mi blog. Es un honor, aunque no se si nos llevaremos muy bien tú y yo porque tienes perro...
¡Qué atrevimiento, por Dios!
Ahora va a resultar que los colegios a los que maleducan es a los padres. ;-)
Bornne, ya me colaré en tu casa con una botella de anís... a ver si te puedes resistir a cantar... :P
Contrahecho, ¿no quieres ser mi amigüito? ¡qué disgusto me has dado! ¡Yo que pensaba "endosarte" el perro mientras me voy de vacaciones! :P
Food and drugs, en mi caso mis actos son resultado del trastorno mental que me causa el hecho de ser profesora y padre, vamos, juez y acusado al unísono :P
Un abrazo a todos
Enhorabuena, por dos razones:
1ª Que tu deseo se haya visto colmado.
2º Por la valentía demostrada al formular la tan ansiada pregunta.
La descripción del momento de la respuesa, ha sido tan entusiasta que daban ganas de imitar a los niños del Circo del Sol, en los saltos mortales.
Un beso, desde este rinconcito.
Gracias por todo.
Daniela, aún ando voltereteando por mi interior...
Un abrazo con salto mortal.
Sr. Amézaga, las gracias también se las di a la profe.
Saludos agraciados.
Breuil, a ver si es verdad que ya sabes que yo pongo los polvorones :P
¡Felices fiestas, guapa! Que las disfrutes.
Besos
Ya ves, ya te imajino asustaica perdía y cruzando los dedos... Menos mal, menudos problemas que hay en vacaciones, las abuelas que son las que mas lo sufren un día se pondrán de huelga y verás la que se lia... Enhorabuena y FELIZ AÑO!!
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