23 de noviembre de 2008

Cuestión de gusto

Esta tarde mientras paseaba al perro se me ha acercado un vecino, sonrisa en ristre, con ganas de charlar. Todo muy extraño. Yo soy de natural tímida y no dada a amistades insustanciales; a esto súmenle mi desinterés por conversaciones sobre lugares comunes. Intercambio con él unas frases triviales y me alejo. Este ha sido mi regalito de navidad para él.

Sí, lo sé, esta actitud no me ayuda para ganar la corona de Miss Simpatía de la urbanización, pero tampoco me hará perder un tiempo del que no dispongo, bla, bla, bla...


Más adelante, otro vecinito. El del 164. Esta vez me espera sonriente para cruzar el paso de peatones ignorando los tirones de su perro que no quiere cambiarse de acera. Me invade el espíritu pre-navideño y presa de paciencia jacobea le escucho amablemente mientras intento acordarme de dónde he puesto las pinzas de depilar.
¿Qué he hecho yo para merecer esto, dios mío de mi alma? Hasta mi perro, tan acostumbrado a que paseemos sólos, se extraña de tanta compañía gratuíta y se gira de vez en cuando a mirarme con ojos interrogativos. Sí, Chencho, yo tampoco entiendo nada - le susurro-.

Cuando introduzco la llave de mi cancela, otro vecino, el del 167, me saluda con la mano mientras me guiña en lo que yo interpreto como un exceso de obsequiosidad por su parte. NO le devuelvo la sonrisa, y no me piensen mal, mi perro y yo estabamos congelados de frío y con ganas de entrar en casa. Rezo para que en los pocos metros que me separan de la puerta de la casa no me salga otro vecino de una maceta.

Ya, calientita en casa, andaba reflexionando sobre la infinita estupidez humana cuando llega mi chico y me cuenta la siguiente conversación que tuvo con nuestra hija esa misma tarde:

- Mencía, qué pantalones más bonitos.
- Me los compró mami.
-Mamá tiene buen gusto.

Al parecer, al salir de casa ha ido diciendo a todo vecino (e hijo de vecino) que su madre tiene buen "busto".

Esto no es justo. Ahora una tiene que estar a la altura de las expectativas generadas por la inocente dicción de un mico de lengua de trapo... y cuando no se puede, no se puede.
:P

13 comentarios:

Uno dijo...

Fíjate a Beethoven le pasaba justo lo mismo :-)

Un encanto Mencia... te va a salir muy sabia.

Saludos

Merce dijo...

Eso eso, sacando pecho, querida Breuil

Hala... yo también te guiño un ojo ;-)

Breuil dijo...

Uno, ¿Beethoven? ... no lo pillo. Y lo de encanto, ¡tendrías que "sufrirla" día a día! :P

Jjajajaj, Merce, no te animes animándome que no hay nada que sacar... que el uonderbrá lo tengo en la lavadora todavía. :P

Más claro, agua dijo...

A Mencía deberían traerle los reyes magos un curso CCC de marketing vecinal :-)

A la vista de esta experiencia, ¡ni se te ocurra ponerte un moño delante de tu hija! ;-)

Breuil dijo...

No, no... ni me compraré un conejo. De mascota ya tengo suficiente con Chencho y con ella. :P

Uno dijo...

Beethoven... tenía gusto para música. Busto, de bustos iba sobrado... quizá sea la persona de la más bustos haya. Y encima no necesitaba lenguas de trapos cerca le bastaba con su problema de audición.

Muy pillado por los pelos, ¿verdad? :-)

Besos

Anónimo dijo...

ay Ana habría que verte charlando con los vecinos sobre el tiempo o los niños o lo avanzado que va la obra del colegio, de pensarlo me da la risa.

Breuil dijo...

Uno, gracias por la explicación. A vece la espesura de mi neuronas no me deja ver las metáforas :)

Isabel, te sorprenderías mis avances en "cordialidad con los vecinos". Un beso

bornne dijo...

Ja, ja, ja,... Breuil, no deja de ser un misterio eso de la "tracción delantera"... (¡es obvio que tiran más que dos carretas!).

Un abrazo.

Anónimo dijo...

jajajajaja, muy bueno, los malentendidos es lo que tienen... miradas indiscretas!

Saludos

Breuil dijo...

Bornne, un misterio que yo no he podido comprobar :P

Farera, para una tímida... es lo peor... Un abrazo y gracias por comentar.

Francis Jiménez dijo...

Si es que de "bustos " no hay nada escrito, francamente genial, me encanta tu sinceridad

Breuil dijo...

Jeje, Francis, gracias por pasarte por aquí.