19 de febrero de 2009

Que usted lo peque bien

De oídas o de caída todos conocemos el listado de los pecados capitales mencionados en las escrituras morales de los cristianos católicos. Recientemente, el Vaticano ha dado a conocer el resultado de una encuesta sobre estos vicios distribuidos según su incidencia en ambos sexos (con perdón).

Tal estudio será una de las pocas referencias materiales de la que disfruten los profesionales de la Iglesia para el ejercicio de su labor. Porque no me negarán que esto de evaluar y castigar vicios requiere cierta regulación en orden a establecer la penitencia adecuada, que variará en dificultad y/o sofisticación dependiendo no sólo del pecado, sino del género del pecador.

Antes de que alguno se pregunte porque ando leyendo tales memeces, diré a mi favor que nunca me he sentido miembro de ninguna colectividad, y mucho menos de la de los pecadores. Básicamente tengo una voluntad optimista (sólo la voluntad, y con moderación) y hay algo que me incapacita para pensar y ver el mundo bajo la premisa del pecado; y es exactamente lo mismo que me impide pensar en finlandés: que es un idioma que desconozco. Por si les sirve, le diré que más que de imposiciones por decreto, creo que soy mejor víctima cuando se trata de mensajes subliminales.

Confieso que lo que me ha llevado a dedicarle el poco tiempo del que dispongo a leer el resultado de la encuesta vaticana ha sido mi curiosidad por determinar cuán distante está mi alma del reino de los cielos (que queda, más o menos, al fondo a la derecha).

Les paso un resumen del resultado por si alguno no lo ha leído. Los chicos pecan en este orden: lujuria, gula, pereza, ira, soberbia, envidia y avaricia. En cambio, el ranking de las chicas queda de la siguiente manera: soberbia, envidia, ira, lujuria y pereza. Si no fuera la persona sensata y mesurada que aparento les diría que, más que una clasificación de pecados, puede ser tomada como una lista de desafíos.

Mi conclusión personal es que, o los encuestados mienten como mienten los boleros, o mi mente lleva viviendo muchos años en un cuerpo que no me pertenece.

¿Y ustedes? ¿Se identifican con el listado?